Nuestra Señora del Refugio de los pecadores

4 de Julio
Historia de la imagen de la Virgen Refugio de los Pecadores
En el año 1690, un campesino de Poggio Prato, cerca de Montepulciano (Pcia. De Siena, Toscana), encontró en un establo una imagen mariana de arcilla; Decidió ubicarla en una encina de su tierra, para obtener la protección de la Virgen María.

Como varias personas iban a rezar el Rosario delante de aquella imagen, en 1699 decidieron construir una pequeña gruta alrededor del árbol y fue llamada "Virgen de las Encinas". En 1709 unas niñas de Viterbo (Pcia. Del Lazio, Roma) pintaron sobre simple papel, a la Virgen de las encinas y con simpleza infantil la llevaron en procesión por el barrio, con cánticos y rezando oraciones.

De casualidad el Beato Antonio Baldinucci, sacerdote jesuita florentino y maestro de filosofía en Roma, asistió a la simple ceremonia religiosa, y comprendió en aquellos instantes su auténtica vocación: Ser misionero del pueblo con la imagen de María. Llamó entonces a un pintor de su confianza y le ordenó tres cuadros sobre tela, representando la madre de Dios como la había visto honrada por las niñas de Viterbo.

El Beato quiso que la imagen se llamara "Refugio de los Pecadores". La primera copia fue llevada por el propio predicador en las misiones del pueblo. La segunda fue enviada a México por los Jesuitas, donde es muy venerada; la tercera copia quedó a la veneración privada del beato y la guardaba en su habitación. Después de su fallecimiento fue llevada por los Jesuitas a Galloro.

La primera Imagen fue llevada a Frascati (Pcia. De Roma) en la actual iglesia de Jesús, dirigida por los Jesuitas desde 1570, donde el Beato vivió 19 años. Enseguida se hicieron las primeras misiones en el pueblo, el Beato afirmado en la idea de que Dios lo destinaba a las misiones populares, éstas se hicieron una tras otra, con gran suceso espiritual y llevando el cuadro mariano. Los Jesuitas y los seminaristas diocesanos, confiados en los reverendos Padres de San Ignacio de Loyola desde 1701, colaboraron con Baldinucci para el mejor resultado de las misiones. En el desfile de las procesiones con el lienzo de la Virgen del Refugio de los Pecadores, que recorrió muchos pueblos de varias provincias, Dios operaba milagros y conversiones extraordinarias. Los pecadores mas obstinados lloraban públicamente sus pecados, y quien vivía en el odio se reconciliaba con su enemigo y la vida cristiana volvía a reinar en sus corazones.

El Beato afirmaba que delante de aquella imagen bendita, fueron derramadas tantas lágrimas de sincero arrepentimiento, que se podría haber formado un lago. Baldinucci decía: "La Virgen no quiere dinero, mas bien vuestros corazones. Si alguno se obstinaba en hacer alguna donación, en la homilía ordenaba que fueran devueltas. La Virgen podía ser adornada de cintas, flores y velas. Pero sin que el Beato lo supiera, muchos brazaletes de oro y plata se colocaban alrededor del trono mariano.

A pedido de innumerables feligreses, el capítulo Vaticano decretó, coronar con oro a la Virgen y al Santo Niño Jesús, el 4 de Julio de 1717. El gran misionero del pueblo, el apóstol de la Virgen del Refugio de los Pecadores, falleció el 7 de Noviembre de 1717 en Pofi, delante del cuadro y en su habitación, mientras rezaba con devoción, diciendo: "¡Muéstrate que sois Madre!". Sólo tenía 52 años pero era de precaria salud. Desde el 4 de Julio de 1717, la primera copia fue donada definitivamente a la iglesia de Jesús de Frascati y desde entonces pasó a ser la Celeste Patrona del Seminario Tuscolano anexo a la iglesia.

La capilla de la Madre de Dios fue ampliada y embellecida con donaciones de muchos cristianos, que habían tenido el honor de venerarla en los propios pueblos y ciudades. En 1732 los Padres Jesuitas dejaron el seminario y la iglesia al clero diocesano que siempre fue devoto de la Virgen; lamentablemente el 8 de Septiembre de 1943 Frascati fue Bombardeada por aviones aliados. La imagen de María que había sido llevada a la catedral para rogar por la paz, quedó destruida. A la Iglesia de Jesús de Frascati fue llevada entonces la copia que estaba en Galloro; el lienzo de la Virgen con su presencia inspira su gran amor maternal.

Rasgos típicos de esta advocación

Desde los inicios de la devoción propalada por el Beato Antonio Baldinucci, se hablaba ya del rasgo peculiar que distinguía a Nuestra Señora en la advocación «del Refugio», por la que por su intercesión y mediación ante el Único Mediador, Jesucristo Nuestro Señor, se constituía en seguro refugio de nuestro peregrinar en este mundo, con todos sus peligros, angustias y luchas. Así se le conoció desde el inicio. Y, además, muy especialmente, como refugio para alcanzar la gracia de la conversión de los pecadores, muchos de ellos empedernidos, que buscaron su arrepentimiento y refugio en Nuestra Señora durante el proceso de su conversión. Tal devoción ha despertado siempre gran fervor en sus santuarios, donde se consignan milagros y conversiones espirituales significativas.

Su Santidad Juan Pablo II, con su fervor mariano, insistió, en su homilía dictada en el Santuario de Nuestra Señora de Zapopan (30 enero de 1979), en la función de esos templos como «lugares de conversión, de penitencia y de reconciliación con Dios». Y él seguramente bien conoce el Santuario de Nuestra Señora del Refugio allá en Frascati, cerca de Roma, cuando afirma: «Ella (en esta especial advocación, podríamos decir), despierta en nosotros la esperanza de la enmienda y de la perseverancia en el bien». Y Más aún, cuando insiste: «Ella nos permite superar las múltiples estructuras de pecado en las que está envuelta nuestra vida personal, familiar y social».

Con la exhortación Papal se corrobora y fortalece la devoción a Nuestra Señora Refugio de Pecadores, que la Iglesia conmemora el 4 de julio de cada año.

ORACION A LA VIRGEN REFUGIO DE PECADORES PARA URGENTES PROBLEMAS Y NECESIDADES


Gran Reina y Señora nuestra,
Virgen Santísima Refugio de pecadores,
Tú que eres seguro cobijo en nuestro caminar por este mundo,
con todos sus males, peligros, dificultades, angustias y luchas,
Tú que eres Abogada, Auxiliadora,
Intercesora y Mediadora ante Jesucristo, nuestro Señor,
Tú que alientas en nosotros la esperanza de la enmienda
y de la perseverancia en el bien,

Tú que nunca rechazas a nadie
y a todos con bondad nos entregas tus gracias y favores,
dame un corazón lleno de fortaleza
y acoge con benignidad mis desesperadas y urgentes suplicas.
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Concédeme, oh Reina del Cielo,
que nunca se aparten de mi corazón
el temor y el amor de tu Hijo Santísimo;
que por tantos beneficios recibidos
y por los que quedan por recibir,
no cese de alabarle con humildes acciones de gracias;
que a las innumerables culpas cometidas
suceda una leal y sincera confesión
y un firmísimo y doloroso arrepentimiento
y finalmente, que logre merecer su gracia y su misericordia.

Por la confianza que tengo en ti puesta,
te imploro con ardor que me ayudes,
que me asistas y medies ante tu Sagrado Hijo
para que pueda conseguir la gracia que ardientemente deseo
y que ahora pido confiadamente con amorosa insistencia:

(decir lo que se quiere conseguir).

Nuestra Señora Refugio de pecadores,
en ti pongo ahora y para siempre toda mi confianza
a ti acudo Madre afable y llena de piedad
solicitando tu bálsamo consolador
para que mitigues mi dolor y me obtengas de Jesús
que mis grandes problemas y necesidades presentes
sean escuchadas y cuanto antes atendidas;
y pídele también, te suplico,
el perdón de todos mis pecados
y que viva y muera recibiendo sus bendiciones
así como gustando las delicias de tu santo Amor.
Amén.

Rezar la Salve, Padrenuestro, Avemaría y Gloria.
Retablo mexicano del siglo XIX